En el corazón del Véneto, una ciudad italiana demuestra que el deporte puede ser mucho más que competición. La Wheelchair Basketball Vicenza, actual protagonista de la Serie A de baloncesto en silla de ruedas, se ha convertido en un ejemplo inspirador para toda Europa: un modelo de cómo la pasión, la organización y la inclusión pueden convivir en un mismo proyecto deportivo.
El club vicentino nació con un propósito claro: ofrecer a las personas con discapacidad física la oportunidad de descubrir el deporte como camino hacia la autonomía, la alegría y la integración social. Lo que empezó como un sueño local se ha transformado hoy en una realidad consolidada, con una estructura profesional, una afición creciente y una identidad profundamente humana.
Cada partido en el PalaBaracca de Vicenza es una celebración del esfuerzo colectivo. Las ruedas que giran sobre el parquet no simbolizan límites, sino movimiento, energía y libertad. “Nuestro objetivo no es solo ganar —explican los jugadores—, sino demostrar que la discapacidad no define lo que somos. Somos atletas, competidores y, sobre todo, un equipo”.
El ascenso a la Serie A ha confirmado la madurez del proyecto, que combina excelencia deportiva y compromiso social. La Wheelchair Basketball Vicenza no solo forma atletas, sino que educa a la comunidad, trabaja con escuelas, instituciones y empresas locales, y promueve campañas de sensibilización sobre la igualdad de oportunidades. Iniciativas como “Adotta un campione”, apoyada por la Banca delle Terre Venete, muestran cómo la colaboración entre deporte y sociedad puede generar un impacto real y duradero.
Este modelo italiano podría servir de referencia para otros países europeos, especialmente para España, donde el baloncesto en silla de ruedas cuenta con una larga tradición pero necesita mayor visibilidad y apoyo estructural. El “modelo Vicenza” demuestra que el éxito no depende únicamente del presupuesto o del talento individual, sino de una visión compartida: creer que el deporte es un derecho para todos y una herramienta de transformación social.
En tiempos en los que Europa busca nuevas formas de cohesión y participación, proyectos como el de Vicenza recuerdan que la verdadera victoria no se mide solo en puntos o trofeos, sino en la capacidad de inspirar a los demás.
Desde Italia, la Wheelchair Basketball Vicenza lanza un mensaje claro al continente: cuando el deporte es inclusivo, gana toda la sociedad.
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