Entre baúles y fotografías: el viaje de los italianos hacia el Nuevo Mundo

En el corazón de Filadelfia, en el número 1834 de Passyunk Avenue, se encuentra el museo The History of Italian Immigration, un lugar que celebra la historia y las raíces de la comunidad italiana en Estados Unidos. El edificio, diseñado con la forma de la proa de un barco mirando hacia el “Nuevo Mundo”, simboliza el puente entre los sueños y las esperanzas de los inmigrantes italianos que ayudaron a construir América.

Entre baúles, fotografías, imágenes sagradas y vitrinas con objetos valiosos, el museo narra historias de zapatería y sastrería, de desembarcos y de comunidades que dieron forma a una nueva identidad cultural. Cada espacio conserva fragmentos de la vida cotidiana y recuerdos, ofreciendo a los visitantes—especialmente a los italoamericanos—la oportunidad de reencontrarse y reconocerse a través de la mirada de sus antepasados, y de experimentar los colores y tradiciones que hicieron posible el Sueño Americano para millones de personas.

El museo fue fundado por el Prof. Pasquale Nestico, destacado cardiólogo de fama internacional y fundador de FILITALIA International. La asociación FILITALIA se creó con el objetivo de promover la cultura, las tradiciones y la solidaridad entre los italianos en América, fortaleciendo los lazos con su tierra de origen y apoyando proyectos comunitarios. Gracias a iniciativas como esta, Filadelfia—una ciudad históricamente ligada a la inmigración italiana—se convierte en un custodio vivo de la memoria, conectando pasado y presente.

La emigración italiana a Estados Unidos, entre finales del siglo XIX y mediados del XX, transformó profundamente ciudades como Filadelfia. Familias enteras dejaron el sur y norte de Italia en busca de trabajo y nuevas oportunidades, llevando consigo tradiciones, religión, gastronomía y un fuerte sentido de comunidad. El museo documenta estos viajes, desde los puertos italianos hasta los primeros asentamientos en las grandes ciudades estadounidenses, narrando la resiliencia, las dificultades y los logros de la diáspora italiana.

Ayer, durante el programa Melodie Italiane conducido por Attilio Carbone en Nueva York, se presentó el museo con testimonios e imágenes que permitieron al público conocer más de cerca sus colecciones y la historia que preservan.

El museo es, por lo tanto, no solo un espacio de exposición, sino también un lugar de encuentro y reflexión sobre las raíces italianas, el legado cultural de los inmigrantes y el papel de organizaciones como FILITALIA en mantener viva la identidad italiana en América.