Entre bienestar, ciencia y tradiciones: el proyecto “Desayuno Consciente” propone una nueva forma de vivir la primera comida del día

Experimentaciones, demostraciones prácticas y diálogos abiertos convirtieron el encuentro en Fasano en un laboratorio colectivo sobre la relación entre alimentación, movimiento y calidad de vida

¿Puede un desayuno reflejar la forma en que vivimos? Para los organizadores del proyecto “Desayuno Consciente”, la respuesta es sí. Y la primera cita, celebrada el sábado 13 de diciembre en los espacios del “House of Excellence” de Happetito, en Fasano, lo demostró: un encuentro que combinó ciencia, experiencia, degustaciones y antiguas tradiciones para mostrar cómo el bienestar cotidiano se construye, sobre todo, a partir de pequeños gestos.

Promovida por Alia Fastigia con la participación de profesionales del territorio, la iniciativa atrajo a un público atento y curioso, deseoso no solo de aprender recetas, sino de comprender lo que hay detrás de las decisiones alimentarias de cada día. Un enfoque que convirtió la mañana en un verdadero recorrido educativo, más cercano a un laboratorio experiencial que a un simple evento divulgativo.

La doctora Manuela Delle Noci, endocrinóloga, inauguró el encuentro con una reflexión sobre la importancia del bienestar como práctica y no como objetivo inalcanzable: «Fue un evento divertido, práctico y emocional, útil para allanar el camino hacia un cambio posible. Nunca es demasiado tarde para comenzar bien: sentirse bien es la clave para estar mejor, y la epigenética nos enseña que nuestros genes pueden ser aliados si los guiamos con hábitos diarios saludables. Incluso el error, si es ocasional, forma parte del proceso».

El corazón de la mañana estuvo a cargo del doctor Domenico De Mattia, experto en nutrición potenciadora, quien mostró de manera concreta cómo construir un desayuno equilibrado sin renunciar al sabor: crepes, huevos revueltos y un batido rico y cremoso fueron el punto de partida para hablar de microdeficiencias, análisis de sangre e integración dirigida, con el apoyo de productos específicos.

Una dimensión científica acompañada de la práctica: la kinesióloga Maria Rosaria Campanelli guió a los presentes en un momento de activación muscular, recordando la inseparable relación entre movimiento y alimentación. Un concepto reforzado por el propio De Mattia: «Estamos hechos para obtener el alimento a través del movimiento: hoy ese paso se ha perdido. No hace falta regresar a los orígenes, pero sí reconocerlos para recuperar un bienestar contemplativo, no obsesivo. Los cambios reales nacen de gestos simples y repetidos».

El relato de la naturaleza también tuvo su espacio con el apicultor Aldo Grosso, quien acercó a los participantes el aroma de la miel en panal y la historia de los ingredientes de la colmena: «El día fue una revelación: mostramos cómo un desayuno inteligente puede construirse con facilidad. Si combinamos comida saludable y movimiento adecuado, podemos prevenir muchos problemas físicos y reducir el uso de medicamentos».

Entre los elementos más originales del encuentro destacó el “breakfast reversal”, una inversión del orden tradicional de los sabores: una provocación gastronómica para romper automatismos e invitar a los participantes a vivir la comida con mayor conciencia.

Al cierre del evento, De Mattia anunció nuevas etapas en Fasano, Bari y Barletta, confirmando la ambición del proyecto: construir una comunidad que redescubra el desayuno como gesto de cuidado, momento de escucha y ritual diario de equilibrio.

Un recorrido que, partiendo de una simple mesa servida, abrió una reflexión más amplia: el bienestar no es un destino, sino un camino hecho de elecciones amables y conscientes.